Nació en
Bruselas, Bélgica. Escultor de raíz
flamenca, activo durante los inicios del período Barroco,
también conocido como Francesco Fiammingo. Fue discípulo
de su padre que era escultor. A los 21 años emigra
a Roma, donde estudia en profundidad la escultura antigua
de griegos e italianos, cuyos estilos en ese momento, eran
considerados caducos por los vanguardistas del Barroco.
Junto a Algardi, otro escultor italiano
y la influencia de su amigo Poussin que
era pintor francés, Duquesnoy se alejó con éxito de la escuela
emergente que comandaba el maestro Bernini.
Su disidencia no impidió que la historia le atribuyera una importancia
similar a la de este último.
Sus primeras esculturas realizadas en Italia son consideradas hoy como ejemplo
de pureza de estilo y sirven de referente para establecer lo que es una estatua
vestida bien lograda. Ya en ese momento el nivel de virtuosismo de los escultores
clásicos comenzó
a ser medido principalmente por la calidad con que tallaban los pliegues
de la vestimenta, cosa que el artista realizaba magníficamente.
Duquesnoy también esculpió con talento esculturas desnudas
al estilo de los artistas clásicos de la cultura griega.
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